Cómo hacer una mesa con materiales reciclados


Nuestra amiga Sara nos ha pedido que le hagamos una mesa para su casa
y se nos ha ocurrido una buena idea aprovechando algunos materiales,
A ver que os parece nuestra propuesta.




Nos encontramos estas estupendas patas que alguien había desechado, estaban en buen estado y además eran de madera de buena calidad. 









El primer paso fue lijar por todas las superficies y quitar los restos de pintura y barniz.




Una vez que hemos lijado las patas dejándolas lo más limpias posibles quisimos asegurarlas ya que estaban un poco endebles. Para ello pusimos tornillos en cada una de los travesaños, con esto conseguimos una mayor firmeza.


En este caso nos interesaba que el tornillo no sobresaliera por encima de la madera, sino que quedara escondido dentro del hueco. Para conseguir ese acabado lo primero que hicimos fue hacer un agujero fino con una broca normal y luego otro agujero con una broca en forma de cono para conseguir que la cabeza del tornillo no sobresaliera. 

 

Una vez tenemos las patas lijadas y aseguradas comenzamos a hacer el tablero de la mesa. En esta ocasión hemos utilizado unas lamas de tarima de madera machimbradas que nos han sobrado del revestimiento de un suelo. Nos gustaba la idea de usar estas tablas, no solo por el aprovechamiento, sino porque estéticamente nos parecía que podía ser interesante. 

Para hacer el tablero y antes de comenzar a cortar las tablas debemos calcular el vuelo de la mesa, es decir, la amplitud y cuanto queremos que sobresalga por fuera de las patas. Una vez medidas, procedemos a cortar todas las tablas.


                    

Teniendo ya todas las tablas, es el momento de pensar como queremos fabricar nuestro tablero. En nuestro caso queríamos que fuese desmontable, que las patas y el tablero fueran unidades diferentes. Esto nos facilitará mucho el traslado de la mesa por casa o bien para una mudanza, etc. 


Para hacer el tablero hemos ensamblado las tablas una a una agarrándolas con tornillos y cola blanca a dos listones que recorrerán el largo del tablero. 




Sujetamos los listones a los laterales de mesa ayudándonos de dos gatos. A esos listones les iremos atornillando las tablas machimbradas. 


Como se puede observar en la imagen, hemos tenido que adaptar los listones por los extremos para que se ajustasen bien a las patas, ya que había varios ángulos. Estos cortes los hemos hecho con la caladora. 



El siguiente paso será realizar un agujero en los listones por cada una de las tablas amachimbradas, excepto en las tablas de los extremos, esas las encolaremos por ahora y las fijaremos de otro manera que explicaremos más adelante. 

Una vez realizados los agujeros las iremos ensamblando y atornillado una a una desde abajo, así conseguiremos que la cabeza de los tornillos quede por abajo y nos quedará un tablero liso. Tenemos que comprobar el largo del tornillo antes de ponerlos, no queremos que sobresalgan las puntas y estropeen la madera. 


               
               
























Hemos decidido que nuestra mesa va a tener las esquinas redondeadas, para ello hemos dibujado la curva sobre la madera, luego cortamos con la caladora a pulso siguiendo la linea dibujada.






Ya tenemos nuestro tablero construido (ensamblado, encolado y atornillado), ahora lo vamos a rodear con una pletina de hierro por todo el perímetro. Esto además de embellecer mucho la mesa nos ayudará a sujetar las tablas de los extremos del tablero.

Lo primero que haremos será marcar la distancia de los agujeros que sujetarán la pletina al tablero, a continuación hacemos los agujeros con una broca pequeña. Una vez hemos realizado estos agujeros, usamos otra broca cónica para metal para abrir un poco más el principio del agujero, de este modo conseguiremos que la cabeza del tornillo no sobresalga y quede dentro de la pletina.


 





Sujetamos la pletina con tornillos, poniendo un tornillo por madera intentando que nos queden centrado para que estéticamente se vea mejor. 


Para redondear la pletina en las esquinas ponemos primero un tornillo antes de doblar el hierro, una vez puesto ya podemos doblarla con las manos. La doblamos lentamente e iremos viendo como va tomando la forma. Una vez ha tomado un poco de forma curva, nos ayudaremos de otro tornillo para terminar de llevarla a su sitio







En la imagen de la izquierda vemos como queda la esquina y la distancia a la que hemos puesto los tornillos. Como se puede comprobar no hay demasiada distancia entre los tornillos de la esquina, eso nos ayuda a que la platina doble mejor y vaya al sitio que deseamos, quedando bien pegada a la madera. 

Debemos tener cuidado cuando estemos poniendo la pletina  y no subirla demasiado, intentaremos lograr que esté en el mismo plano del tablero. 





Una vez hemos que hemos terminado de montar la pletina lijaremos toda la superficie, quitaremos imperfecciones y rugosidades de la madera. 


                                   


Al terminar de lijar nos daremos cuenta que las maderas ensambladas tienen una ligera separación entre tabla y tabla debido a las imprefecciones de la propia madera. Pero no supone un problema ya que las rellenaremos con una masilla especial que hemos preparado. 

Los ingredientes son: 

1. Polvo de madera que hemos extraído de la bolsa de la lijadora 

2. Fijador (es una especia de cola bastante líquida que suelen usar los pintores para adherir mejor la pintura a paredes que descascarillan), a nosotros nos funciona muy bien para esto. 

Mezclaos los dos ingredientes hasta conseguir una pasta homogénea. 

                              


Cuando tengamos nuestra masilla hecha la aplicamos con una espátula por todas las ranuras que quedan entre madera y madera. Una vez hemos aplicado la masilla y se ha secado, haremos una segunda lijada para quitar los restos de la pasta que hemos aplicado y dejarla lista para barnizar. 


                         
En nuestro caso no hemos acabado la mesa con un producto sintético, sino que hemos optado por aplicar aceite de linaza. Para usar el aceite de linaza lo debemos mezclar con aguarrás, haciendo una proporción aproximada de 50% y 50% de cada producto. 

Lo aplicamos con una brocha dando una capa abundante de producto, veremos como por muchas partes la madera absorbe bastante. Una vez hemos dado esa capa esperamos dos horas y retiramos el sobrante con un trapo. A continuación aplicaremos otra capa y dejaremos secar bien. 

Lo interesante de este acabado con aceite de linaza es que la madera quedará con un aspecto muy natural a la vista y al tacto.

Este es el aspecto que presente nuestra mesa una vez terminada. 

Espero que os haya gustado nuestro método para hacer esta  mesa con materiales reciclados.


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