Esta es la casita que hemos hecho para La Escuelita Infantil El Palomar para peques de 1 a 3 años. Necesitaban un espacio que ofreciera cierta intimidad al grupo de peques, dentro de su sala de juego. Dado que el espacio no era muy grande, la casita tampoco podía serlo, así que diseñamos esta pequeña casita-armario, del tamaño de un colchón de cuna, que sirve también para echarse una siesta.
Hemos reciclado unas viguetas antiguas para hacer la estructura. Con un palet robusto hemos hecho la base. También hemos utilizado una contraventana pintada que teníamos, y más cosillas. Las maderas las hemos lijado y redondeado todas, para evitar problemas de astillas con los deditos.
Así ha quedado la estructura principal, unida a base de tornillos y cola. Hemos puesto unos buenos tacos de viga bajo el palet de base que serán las patas.
Así quedó después de colocar las puertas. Para poner la puerta blanca y verde hemos colocado un listón que hace de tope y permite cerrar la manilla. También hemos puesto un contrachapado a modo de techo, que permite aprovechar ese espacio para almacenar material.
En uno de los laterales hemos colocado dos bastidores de madera. El de abajo está fijo y el de arriba tiene bisagras, por lo que funciona como una ventana. Tiene un sencillo sistema de bloqueo que permite abrirla y cerrarla desde ambos lados. Una vez terminada hemos protegido la casita con aceite de linaza.
Aquí algunos detalles:
Esta es la mirilla que colocamos en la puerta blanca. Aprovechamos el dibujo de la serpiente para ponerla en su ojo.Como la contraventana era muy fina para albergar una mirilla, colocamos un taco de madera en la parte interior.
Detalles de los cierres. La manilla de la contraventa se engancha en un listón de madera con un rebaje, girando la manilla. El sistema de bloqueo de la ventana lateral está hecho con dos asideros atravesados por un palo redondo. Al girarlo permite o impide que se abra.
Así quedó instalada en la escuelita, donde las niñas y niños la usan como puesto para vender, por la ventana lateral, para esconderse, para estar en soledad, para dormir... La parte superior que es plana, se aprovecha para almacenar las mantitas de la siesta.
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