Estaba leyendo "Sumerhill" , obra de A.S Neill y fantaseaba con las bonitas ideas de una educación basada en la autorregulación de los niños en libertad, y en que los niños no son inválidos natos, ni autómatas inconscientes necesitados de instrucción para poder ser buenos seres sociales, sino que más bien son seres innatamente curiosos, necesitados de amor y libertad para poder desarrollar su verdadero potencial humano.
De repente hice un puente entre una idea y otra...
De repente una llamada. Me llamaban de la escuela de educación libre "El Dragón", situada en Torrelodones, Madrid, y me ofrecían ser el constructor de los diferentes columpios, y juguetes.
"Crea tu propio Dragón"
Este primer juguete consiste en una caja de piezas de diferente índole (piezas con diferentes formas de madera, plástico, metal, cuerdas y ruedas), que mediante unos agujeros y unos palitos que encajan en estos agujeros, tienen la posibilidad de unirse unas a otras, dando al que juega la diversión de crear un bicho completamente diferente cada vez que lo monta, y además en muy poco tiempo.
Lo que tienen en común todas las piezas, es que son de segundo uso, sean del material que sean, fueron obtenidas de retal, reutilización o desguace, garantizándole el título de juguete ecológico.
El sistema de anclaje mediante agujero y palito, y la procedencia de las piezas, garantiza la siempre ampliabilidad del juego, fabricando nuevas piezas.
Arregonico del tó
ResponderEliminar