Cómo hacer una puerta corredera


Esta vez nos pidieron una puerta corredera grande para una casa de comidas, que serviría para separar dos espacios, la cocina del salón principal. 

Reutilizamos estas dos bellas puertas encontradas en la basura. Qué mejor idea que devolverlas a la vida. 







Las bisagras que tenían las puertas estaban cubiertas con una capa de pintura bastante gruesa. Para ahorrar tiempo y esfuerzo hicimos con la radial un pequeño corte en la cabeza de cada uno de los diferentes tornillos, una vez hecho el corte ya se puede introducir el destornillador de manera muy sencilla para quitar los tornillos. 






Una vez retiradas las bisagras y los tornillos de esta forma tan sencilla  ya podemos lijar los diferentes planos de manera más cómoda y conseguir un mejor acabado. 

Se van lijando los diferentes planos de las puertas. Podemos decantarnos por un lijado completo o bien podemos mantener zonas que nos gusten sin lijar y que pueden resultarnos  interesantes estéticamente. En este caso optamos por un lijado completo de las diferentes superficies como mostramos en la siguiente imagen. 







Una vez tenemos las puertas perfectamente lijadas las hemos unido con una estructura de metal diseñada y elaborada por nosotros mismos, creando así una sola pieza bastante robusta.



A esta estructura metálica le hemos puesto en la parte superior los rodamientos que se deslizarán dentro de los carriles para conseguir que sea una puerta corredera. De esta manera podemos usarla a diario empleando el mínimo esfuerzo posible para la apertura y cierre resultando muy cómodo su uso. 










Finalmente hemos anclado a la pared el carril por donde se deslizarán los rodamiento de la puerta y por último hemos colocado la puerta.

Como pueden observar se logra una pieza original y muy cómoda para el uso diario. 





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