Lámpara de lágrimas

Noviembre 2008

Para dar un poco de luz a esta parte de la casa, he podido contar con la preciosa lámpara que me ha cedido Mariva, que aunque al principio estaba un poco sucia y deshecha, con un poco de paciencia en la limpieza y gusto en la composición de los cristales, ha vuelto a tener el esplendor de antaño.

Esta es la lámpara, estaba almacenada en la terraza de su casa desde hace varios años, así que tuve que emplearme a fondo con la limpieza. Lo primero y sin cortarme un pelo fue un manguerazo, sin miedo al el agua y los circuitos eléctricos, evidentemente no no la enchufé hasta estar seguro que se había secado por completo, ( después de una semana) lo siguiente ya si con mucho cuidado fue
limpiar los cristales uno a uno con limpia cristales.
Además con la ayuda de la cinta de carrocero, he pintado un poquito el techo justo encima de esta, para que reflejara e iluminara más.

Comentarios