Primero hemos cortado los paneles de contrachapado con una sierra circular y la ayuda de una guía de aluminio para no torcernos.
Luego hemos redondeado los cantos con una fresadora, y hemos empezado haciendo las uniones de las esquineras. Primero las hemos pegado con cola y presionado con tornillos. Una vez seco, hemos sustituido los tornillos por espigas encoladas.
Para los escalones y barandilla hemos contracolado tiras de contrachapado, para que queden gruesos y resulte más cómodo pisar. También hemos fresado los cantos con una fresa curva. Los agujeros de los tornillos del contracolado se han sustituido por espigas. Una vez secas, hemos cortado el sobrante y lijado.
Ya en la habitación, hemos comenzado por fijar la estructura a la pared. Con ayuda de un nivel para que nos quede bien recto.
Para que no se nos desplacen los tablones antes de atornillarlos, nos hemos hecho estos apoyos provisionales con ayuda de unos gatos y unos trozos de madera.
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